noviembre 30, 2011

Subsidios

A partir del 31 de diciembre los vecinos de Puerto Madero, Barrio Parque y los countries de todo el país se podrán despedir de dos cosas, del año que termina y de la era de los subsidios. Cada kilovatio, cada metro cúbico de gas, cada factura de agua pasarán desde el primer día de 2012 a costarles el triple. O quizá más, ya que todavía se desconocen los detalles de las medidas anunciadas por los ministros de Economía, Amado Boudou, y de Planificación Federal, Julio De Vido, pero los primeros cálculos del sector privado es que con la quita total de subsidios al menos en el área metropolitana las boletas de gas sufrirán en promedio subas del 300%, igual las de electricidad otro 300% y las de AySA, la única prestadora del servicio de agua potable que recibe subsidios estarán un 230% por encima de los valores actuales. Para los countries del interior, las subas podrían ser algo menores porque allí los consumos reciben actualmente una menor proporción de subsidios. Esos porcentajes alcanzarán también casi de inmediato a los clientes de las llamadas zonas residenciales del resto de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires que no reúnan las condiciones necesarias para seguir recibiendo el subsidio. Varias son las preguntas que podemos hacernos respecto de cómo se medirá a aquellos que no reúnan las condiciones para seguir siendo subsidiados.

Entonces, ¿Cuál será ese universo? Aún no está determinado y no se sabe a ciencia cierta como la comisión biministerial creada para el estudio de los subsidios evaluara los diferentes casos. Desde el Ministerio de Planificación Federal sólo se hizo mención a que el grupo de beneficiados será más amplio que la suma de quienes cobran la jubilación mínima o reciben la asignación universal por hijo. Por lo tanto, a partir de enero salvo los barrios designados, todos continuarán con el esquema actual de subsidios. Otros barrios, que aún no han sido seleccionados, comenzarán a recibir con las próximas facturas de luz, gas y agua un formulario de reempadronamiento obligatorio, en el cual se consultan determinadas características del hogar y se pregunta si el usuario considera que merece seguir siendo subsidiado. Si el cliente no responde, con la factura siguiente le llegará un recordatorio; en caso de que siga sin contestar, el período siguiente será facturado con las subas correspondientes a la quita del subsidio. Este mecanismo se irá aplicando paulatinamente a todos los barrios de la Capital y el GBA durante el año próximo. Se especulaba con que la quita de subsidios no fuera la misma para todos los barrios y que quizás se adoptase un sistema similar al del ABL. Lo cierto es que en ningún momento se previeron esquemas de quitas parciales de subsidios. Si bien en las facturas que se pagan actualmente figura el monto que cada uno recibe de subsidios, en la práctica la suba será mucho mayor. Ocurre que hace un par de semanas, el Gobierno dispuso subas en el precio de la energía sin subsidios.

La electricidad, subió hasta 51% por sobre la tarifa sin subsidios que figura en las últimas facturas distribuidas. En el caso del gas, lo que se ajustó es el cargo tarifario destinado a la importación, las categorías menores que no lo recibían, ni siquiera subsidiado ahora lo tendrán en sus facturas; para las categorías medias y altas, ese cargo sufrió un incremento del 248% por sobre el de la última factura. Irónicamente, en las resoluciones de la Secretaría de Energía y el Enargas publicadas en el boletín oficial, se especificaba que ese aumento del precio mayorista de la energía no sería pagado por los usuarios, una excepción que comenzó a ser desmantelada. En el caso de AySA, el aumento del monto subsidiado se produjo hace tres meses. En las empresas del sector la noticia fue recibida con satisfacción, pese a cierta preocupación por la incertidumbre que causará el reempadronamiento de usuarios. Aunque ni un solo centavo de las subas irá a parar a las generadoras o las distribuidoras, lo que resulta incongruente, es que el gobierno argumente que se espera que el nuevo precio derive en un uso más racional de la energía. Por otra parte abre una nueva etapa en la discusión por las tarifas que cobran estas empresas por el transporte y la distribución. No se trata de que el recorte de subsidios sea una mala idea, o este mal si consideramos que en la Argentina esta política lleva mas una década de precios congelados. Pero lo que debería haberse hecho, no es un recorte de la noche a la mañana sino durante los últimos ocho años que lleva este gobierno en el poder en lugar de echarle la culpa a la fiesta menemista; deberían haber, sencillamente realizado un recorte progresivo de todos los susidios mencionados.

noviembre 25, 2011

El dólar, las medidas, y la fuga de capitales

El Gobierno inició luego de las elecciones un operativo para tratar de superar la crisis de confianza con severas restricciones aplicadas a la venta de divisas. Sin perjuicio de las medidas tomadas algunos funcionarios se pusieron en contacto con banqueros, empresarios de alto patrimonio, e inclusive con algunos personajes de la sociedad para confirmarles que el Banco Central (BCRA) pondría a disposición de las entidades financieras "todos los dólares" que éstas necesiten para responder en tiempo y forma a los retiros de depósitos en esa moneda. Semejante comunicación no es casual y llego en momentos en los que rumores sobre la posible incautación de este tipo de colocaciones bancarias había generado una psicosis colectiva, reactivando miedos que los argentinos creían sepultados. Tras mantenerse en niveles constantes, la sangría de estos depósitos luego de esa información se había vuelto a incrementar hasta alcanzar un monto récord, de US$250 millones por día. Hasta entonces, por el retiro de billetes del público, de los bancos se iban entre 170 y 180 millones de dólares por día. Pero la postura oficial, llevó algo de calma a los banqueros, es que según se explico la ola de retiro de depósitos se detendría cuando la gente viera que los billetes están y que podrían disponer de ellos cuando lo necesiten. Esta tesis que, desplegaron el ministro de economía y la presidenta del BCRA, Mercedes Marcó del Pont, en un almuerzo desarrollado en la sede de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA). Allí los escuchaban los titulares de los bancos más afectados por esta ola de retiros que le resta reservas al BCRA a razón de US$150 millones por día.

Ocurre que la mitad de los dólares del público bajo administración de los bancos están depositados como encajes en el BCRA y equivocadamente se computan como parte de las reservas. De allí que este proceso de dolarización que se vive, si bien por un lado le quitó reservas al BCRA por sus abultadas intervenciones de venta en la plaza cambiaria local para administrar el precio de la divisa, por el otro se las aportó por el aumento en 3000 millones (20%) que, en el año, mostraban los depósitos del público en esa moneda. El mensaje tranquilizador lo esparcieron también entre otros banqueros nacionales y operadores, y a esa cadena se sumaron también otros funcionarios y ministros, que lo repitieron entre empresarios en el marco de un operativo destinado a recobrar la calma que se armó de apuro y por instrucción presidencial. Claro que se trata de un plan que convive con las crecientes presiones que reciben los exportadores para acelerar sus liquidaciones y los pedidos realizados a las empresas extranjeras para que accedan a posponer el giro de utilidades al exterior, algo que a algunas firmas cuyas casas matrices están radicadas en mercados en crisis, se les hace difícil de explicar. Lógica es la pregunta de rigor, ¿no era que allí estaba todo bien?, pregunta que no admite respuesta razonable. El argumento del gobierno para disipar dudas, es podríamos decir “ ridículo” según entienden aun suponiendo que la gente retirase todos los dólares, quedarían casi US$40.000 millones en reservas. Concepto equivocado desde el momento en que el banco central contabiliza como reservas propias los encajes. El ministro de economía se pregunta si así fuera, y si lo hicieran, ¿dónde está el problema? Marcó del Pont por su parte les recordó a los banqueros que el BCRA había reabierto la ventanilla de pases en dólares.

Se trata de préstamos de corto plazo en esa moneda que los bancos pueden tomar a costo mínimo y con sólo dejar en garantía títulos públicos. Sin embargo, y por absurdo que parezca, luego de todos estos esfuerzos el primer escollo para llevar calma lo puso el propio BCRA, al postergar la difusión del balance cambiario del tercer trimestre, que permitiría dimensionar la magnitud que tuvo la salida de divisas de la economía, generando toda clase de especulaciones. El segundo es la creciente disparada que muestra el dólar paralelo que llegó a $5, un valor que preocupa porque algunos sectores de la economía comienzan a tomarlo como referencia sobre la evolución que podría tomar el tipo de cambio en el corto plazo. El tercer escollo es la evolución de los depósitos que en la primera semana del mes, exhibió una baja de 5% en los nominados en dólares por la aplicación de las nuevas medidas de control, tras haber aceptado que la caída de reservas se viene acelerando por ese efecto. El mensaje oficial incluyó otra definición; no se va a retroceder en el esquema de controles y se piensa aplicar nuevas medidas restrictivas, al "plan calma". El Gobierno mantiene su postura de no impulsar una devaluación brusca del tipo de cambio, pese a la advertencia de economistas de todo signo ideológico de que sería un paso para calmar la demanda.

noviembre 24, 2011

La defensa del modelo

La primera mandataria con números en la mano quiso demostrar que el país está muy lejos de estar frente a dificultades de pago de sus compromisos externos por los ingresos de divisas vía la balanza comercial y también por la baja relación de la deuda en moneda extranjera en relación con el PBI. Enfatizó que "este modelo" es el correcto, mientras hacía referencia a la crisis que enfrentan los principales países desarrollados y aunque no lo hizo explícitamente, mientras criticaba al sistema financiero dio a entender que estos países no han sabido defender sus mercados internos y la creación de empleo. Según sus dichos ella ha reafirmado con creces que el modelo del crecimiento, el de la generación de trabajo, el de la inclusión social es la única receta que tienen los países para poder superar las dificultades. Cristina de Kirchner en su primer discurso luego de su participación en la reunión del G20 en Francia, explicaba haber sentido “un poquito de orgullito” porque la reconocieron en la reunión interna entre los colegas presidentes, pero ojo, no por el resultado electoral.

Estas fueron palabras textuales de la Presidenta de la república Argentina, es decir, para ella el G-20 fue sólo eso una cuestión personal. Se la reconoció también por el resultado de lo que ha sido el desarrollo y de lo que son los números de la economía, de esta manera Cristina expresó su satisfacción de saber que el modelo da buenos resultados. Pero debió reconocer que si le va mal al mundo siempre nos impacta, siempre nos llega y sugirió desarrollar todos los instrumentos y todas las medidas para que sigan asegurándose el crecimiento y el sostenimiento de la demanda agregada, el mercado interno, ese que nos permitió un crecimiento ininterrumpido, si, ese que pagamos todos los argentinos y lo sostenemos con nuestro trabajo y nuestro bolsillo. Apeló a la responsabilidad de todos para hacernos cargo de la parte que nos toca para poder fundamentalmente contribuir y para seguir sosteniendo el crecimiento. Evidentemente es muy fácil hablar de crecimiento, generación de empleo y demás mentiras de este modelo cuando es sólo una parte de la sociedad la que por ejemplo paga con sus impuestos todos los planes sociales que genera el estado.

Anticipó también el superávit comercial de octubre que alcanzó los US$1.217 millones, un 30% superior a igual mes del 2010, y el acumulado en lo que va del año alcanzó los US$9.379 millones cuando lo estimado era una cifra menor. Sin hacer mención alguna al tema de los controles cambiarios y la fuga de capitales señaló que el ingreso de divisas es muy importante, si, por eso el secretario de comercio interior ha obligado a más de una serealera a liquidar sus exportaciones lo antes posible. Hizo referencia también a que el peso de la deuda pública y privada Argentina en términos del PIB es del 32,2% cuando en el 2003 era más del 100% del PBI lo que se debía en moneda extranjera. Ante la realidad que indica que la economía se está desacelerando, la jefa de Estado respondió con los números del patentamiento de autos de octubre, aproximadamente unos 72.000. Y agregó los datos de la producción de vehículos, que llegó en octubre a 753.150 vehículos.

Pero para que no hubieran dudas respecto de crecimiento de la economía aportó otro dato, según comentó en el primer semestre del 2011, las ventas declaradas del total de la economía, esto es de servicios, industriales, complejo exportador, todo, las ventas totales, crecieron un 35% respecto del primer semestre del año 2010. De $1,07 billones que se habían vendido en el año 2010 a $1,45 billones en 2011. Cristina siguió reforzando el concepto de que el "modelo" es el indicado a diferencia de lo que ocurre en las principales economías del mundo. De esta manera, intento demostrar que esta suerte de financiarización absoluta del capital que ella entiende es cuando se gana dinero sin hacer ni producir nada en detrimento de aquellas sociedades que producen. Es evidente que ella no entiende, que los mercados de capitales no trabajan en detrimento de ninguna sociedad, generan ganancias de otra manera, simple y sencillo.

noviembre 21, 2011

Lo que dejo el G-20

Podría creerse que fue un giro impensado, pero no, es la misma presidenta que durante años intercaló la palabra soberanía en cada párrafo que dedico a Estados Unidos, que se confesó decepcionada por Barack Obama y que llegó a ordenar que se secuestrara en Ezeiza material bélico del C-17 Globemaster norteamericano. Ella, sí, esa misma ahora celebraba en público "el insoslayable liderazgo" de Estados Unidos, agradecía la amistad que le dispensaba el antes denostado líder demócrata y prometía en privado cumplir con compromisos económicos exigidos en Washington desde hace tiempo. En los días del G-20, Cristina Kirchner desplegó su faceta más pragmática, desprovista de todo rasgo progresista que buena parte de sus seguidores se esfuerzan día a día por detectar en cada una de sus acciones. Pero en rigor de verdad, no existió ninguna conversión lo que se vio en Cannes fue lógica kirchnerista en estado puro. Desde sus orígenes en el poder, primero Néstor Kirchner y luego Cristina calibraron su relación con Estados Unidos de acuerdo con las urgencias que les impuso la política interna. Todos los embajadores y enviados norteamericanos al país terminaban teniendo que explicar en Washington el porqué del tratamiento amor odio que les dispensaban los Kirchner.

Pero el Gobierno hoy considera prioritario recomponer el trato con Estados Unidos. La caja del Estado está agotada y la crisis mundial amenaza con un 2012 de sequía. Entrar a la tormenta económica en malos términos con la Casa Blanca es un riesgo excesivo. Estados Unidos acaba de votar contra la Argentina en las últimas reuniones multilaterales en los que se debatió la concesión de créditos. La suerte de las negociaciones pendientes con el FMI y el Club de París que obstaculizan inversiones y fuentes de financiamiento también dependen del sello de aprobación norteamericano. Aún así, dentro de la lógica mencionada desafiar a Estados Unidos valía la pena, en términos de lo que significaba ganar la batalla electoral. Está claro que la Presidenta no desconocía la barrera que cruzó cuando ordenó en febrero el operativo en Ezeiza, en el que se secuestraron equipos militares norteamericanos que venían para un ejercicio militar conjunto. Washington no olvida, y esto congelo al máximo la relación entre ambos países. Durante meses, Cristina Kirchner trató de enviar señales sigilosas a Estados Unidos, inclusive devolvió en silencio el material requisado. Pero con los buenos números de las encuestas no era momento de dedicarse a ese entuerto. Mientras, recorría el país rodeada de militantes que le cantaban, "Acá tenés los pibes para la liberación", frase que una vez más tendrá que lamentar, hoy la consigna es otra, "capitalismo en serio", si eso pidió la Presidenta a los jefes de las potencias del mundo.

Reelegida, con más poder que nunca, pero muy preocupada por las urgencias de acomodar su propia herencia económica, Cristina Kirchner le dijo a Obama las mismas cosas que escuchó George W. Bush cuando Néstor Kirchner lo conoció Washington en 2003, en días en que la Argentina necesitaba oxígeno internacional para sortear la última etapa de la crisis de principio de siglo. Y luego apenas dos años después esta lógica Kirchnerista, mostraba a Kirchner enfrentando a Bush en Mar del Plata, en la cumbre en la que se sepultó el área de libre comercio soñada por Estados Unidos. El Gobierno había decidido saldar su deuda con el FMI y había encarado con bastante éxito el canje de la deuda privada en default. Un discurso público antiimperialista acompañado de elogios en reserva a todo el elenco gubernamental se mantuvo hasta el final del ciclo Bush. Hubo una breve tregua después de que la justicia norteamericana empezó a revelar detalles del caso de la valija de Antonini y el financiamiento negro de la campaña K. Cristina Kirchner imaginó un idilio con Obama, pero el presidente demócrata aceptó desde el primer día la desconfianza hacia la Argentina heredada de Bush. Desde la reunión del G-20, Argentina y Estados Unidos iniciaban otro ciclo virtuoso, aún no libre de recelos. Cristina pareció admitir eso, así como su intención de superarlo cuando acordó hablar sin intermediarios ante eventuales conflictos. Tal vez fuera una señal de un futuro menos estelar para Timerman, por eso después de la reunión, la comitiva argentina reflejaba alivio y la ilusión de haber empezado un camino de acercamiento al mundo. Parecían horas de realismo, ésas en las que las primeras potencias no son tan malas. Continuara…

noviembre 18, 2011

No mas subsidios

El Gobierno, como suele hacer sin previo aviso anunció la decisión de eliminar de manera gradual los subsidios y para ello creó una Comisión conjunta integrada por el Subsecretario de Hacienda, Raúl Riggo y el subsecretario de Coordinación y Control del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta. El criterio para determinar cuáles serán los subsidios que se eliminan o se reducen será en base a la estructura de costos. En el ministerio de Economía, explicaban que los subsidios se irán redireccionando, y aunque no dijeron hacia donde se especifico que se irán eliminando en algunos casos, reduciéndolos parcialmente en otros, y manteniéndolos en aquellos donde sea necesario y se dijo que no habrá ningún preconcepto para este accionar. Ocurre que si hay un motivo por el cual se ha criticado al gobierno, este es el que lleva todos los laureles, el modelo y su elevadísimo nivel de gasto público. Los subsidios hoy representan algo más de $70.000 millones dentro del presupuesto. Entonces la primera medida fue la de eliminar en un 100% los subsidios de luz, gas y agua que percibían los bancos y financieras; seguros y anexos; juegos de azar; aeropuertos internacionales en particular los casos de Aeroparque y Ezeiza; servicios porto fluvial de pasajeros; telefonía móvil de cobertura nacional y actividades extractivas de hidrocarburos y minería.

Esta decisión representaría un ahorro fiscal que ronda los $600 millones. Lo que implica, un número irreal considerando que según lo expresado dentro del presupuesto para el año próximo, es un número que no alcanzaría ni para empezar. Pero la principal inquietud no está en número sino que está en torno a qué pasará con las tarifas de servicios públicos como luz, gas y transporte, que según se indico estas tarifas no se modificaran. Lo que se hará es cambiar el rango de los subsidios, es decir, lo que se explicó es que siempre se intentará preservar que haya un acceso universal a los servicios públicos y que los sectores de menores recursos puedan pagarlos. Una utopía desde el momento en que las empresas de servicios trasladarán a las facturas de los consumidores lo que el gobierno les quite. Según lo interpretan el reordenamiento de los subsidios permitirá ampliar la accesibilidad en todo el país de los servicios esenciales, y esto claramente significa que los sectores de más altos ingresos no van a continuar teniendo en el tiempo subsidiadas sus tarifas. De hecho, la Comisión se abocará a analizar el impacto en las arcas públicas de financiar la luz, el gas, el agua a sectores de alto poder adquisitivo así luego oportunamente incrementaran las tarifas. Si bien se admitió que los subsidios seguirán siendo una herramienta clave, aparentemente es tiempo de pasar a una etapa de personalización.

El interrogante es cuánto tiene pensado ahorrar por recortes en los subsidios el Gobierno, aun no se han fijado un monto a reducir y tampoco han determinado las medidas, lo cierto es que hoy en concreto son $600 millones. Desde la administración nacional entienden que los mercados, la gente, y la sociedad ve con claridad hacia donde se apunta, y nadie que no lo amerite recibirá subsidios. La realidad demostrará que el recorte de la ayuda estatal redundará en una suba de precios, aunque insistan en que no hay razón en la estructura de costos de esos servicios para que el subsidio que se elimina sea trasladado al servicio final que prestan. El concepto de que la eliminación, o redireccionamiento de subsidios será un proceso gradual de casos particulares y que hoy no tendrán impacto en los precios es incongruente. Otro de los interrogantes es qué pasará con los subsidios a los transportes. Por lo pronto, está claro que el recorte significara un aumento de la tarifas, anuncio poco popular que recaerá en el gobierno de Mauricio Macri. Sin embargo, el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi afirmó que va a haber una transferencia de recursos desde la administración central al gobierno de la ciudad aunque no precisó el monto.

noviembre 16, 2011

El dólar parte II

Allá por el segundo día de vigencia de los controles que la AFIP y el Banco Central (BCRA) comenzaron a ejercer para intentar desalentar la compra de dólares los banqueros buscaban dar tranquilidad y se plegaban a la versión oficial de que la demanda menguaría una vez que se aplacara la incertidumbre propia del post elecciones. Sin embargo, detrás de aquel intento y en privado, muchos no ocultaron su irritación por las medidas del Gobierno, que sólo sirvieron para aumentar el apetito de los ahorristas por el dólar. Por aquel entonces titulares de las más importantes entidades financieras públicamente afirmaban estar bien, y atendiendo la demanda del público en general. Juan Carlos Fábrega, presidente del Banco de la Nación Argentina era casualmente uno de ellos. Según expresaban, lo importante no podría verse durante las primeras jornadas y lo que sucediera en ellas no iba a marcar los hechos a futuro, pero se equivocaron. Fábrega insistía en que a partir de ese momento las cosas iban a estar más tranquilas, es importante considerar que el banquero, es hombre de diálogo frecuente con la presidenta Cristina Kirchner. Fábrega participó a primera hora de aquella mañana, junto con los presidentes del Citi, Juan Bruchou, y Santander Río, Enrique Cristofani, del 1° Seminario de Banca y Mercados organizado por la revista Bank.

Estaba también prevista la presencia de Jorge Brito, presidente del banco Macro y de Adeba, la asociación que agrupa a la banca nacional, pero como Brito no estaba de acuerdo con ninguna de las medidas, a último momento repentinamente se excusó. Los banqueros admitieron que la incertidumbre de las semanas previas a las elecciones, se habían traducido luego de las mismas en una mayor demanda de divisas y por consiguiente una enorme salida de capitales, que frenaron el crecimiento de los depósitos y provocaron una suba de las tasas de interés. No obstante, desde aquel entonces Fábrega insiste en que lo que sucedió no es un indicador de que el sistema pueda sufrir problemas de liquidez. De hecho, ha comparado la situación actual con la de 2008 y 2009 por la crisis del campo o de la gripe A. Lo cierto es que ni por asomo, son situaciones comparables aun cuando haya existido fuga de capitales, es imposible hacer una comparación. En un magnífico análisis Fábrega insistió en que momentos como éste se viven en cualquier país en el que hay elecciones. Por su parte, y algo más realista Bruchou también adjudicó a las elecciones la fuga de depósitos, pero consideró que el Gobierno debería dar señales que generen más confianza y tranquilidad. El problema radica en que el gobierno, no posee las herramientas es decir el dinero para generar ese mensaje y llevar tranquilidad al mercado, con un mundo que no acompaña la disciplina fiscal, y las señales que se manden en cuanto a expectativas inflacionarias, negociaciones salariales, y las señales que se manden al mundo, como el tema del Club de París son fundamentales. Entonces en privado, varios banqueros que siguieron de cerca desde el auditorio las disertaciones de sus colegas, se mostraron preocupados por el efecto que están teniendo los nuevos controles cambiarios sobre la actividad financiera. El problema es que existe una suerte de histeria colectiva, lógicamente bien fundada y por lo tanto la gente tiene la posibilidad sea con su salario, o con algún ahorro no piensa sólo reacciona. En la City se ilusionaban con la posibilidad de que de la reunión de la Presidenta con Barack Obama, en la Cumbre del G-20 en Cannes, pudiera surgir algún anuncio positivo que diera una buena señal en el mercado, no fue así.

Nada se anunció respecto del acuerdo con el Club de París y sólo una semana después, del G-20 Estados Unidos anunciaba sanciones para la Argentina por el incumplimiento del pago de su deuda soberana. Lejos quedaron las fotos, y la felicidad de la Presidenta por los elogios del mandatario norteamericano. La situación de los mercados internacionales con renovados temores todos los días, es otra variable que muchos siguen de cerca, si la esta mejora, es posible que la demanda de dólares del público sea algo menor aunque el problema principal sigue siendo la situación interna. Tanto Cristofani, como Bruchou y Fábrega intentaron durante el encuentro seguir manteniendo el discurso unificado y así tratar de despejar el fantasma de la devaluación. Inclusive, en línea absoluta con el gobierno Fábrega habló de las maravillas como son, el tipo de cambio competitivo y la famosa flotación administrada, que se seguirá utilizando para frenar el dólar. El día a día, nos muestra que el tipo de cambio está atrasado, y que a la gente común le preocupa la contradicción de la administración nacional, cuando el BCRA pierde reservas todos los días aún con la infructuosa tarea de los inspectores de la AFIP que intentan a cualquier costo evitar que los ciudadanos utilicen sus ahorros para comprar dólares.

noviembre 14, 2011

Dólar, créditos, y depósitos

El ciclo parece que comenzara a cambiar, o al menos, a atenuarse. El boom del consumo alentado por la oferta de crédito abundante y accesible para hacerlo, del que tanto se ha jactado el gobierno parece que toco fondo. Este, uno de los pilares sobre los que se asentó en la Argentina el consumo de bienes durables en los últimos años ha sido la inflación. Es que quienes no disponían de medios suficientes para comprar bienes inmuebles y defenderse de la erosión que ella genera se volcaron al consumo de automóviles, plasmas y otros artículos de consumo. Pero hoy la situación ha cambiado, las tasas pasivas de interés en pesos, es decir, las que les pagan los bancos a sus depositantes, que en marzo de este año todavía se situaban en 10% anual han subido hasta 15% para el caso de los ahorristas minoristas y a 20% en el caso de los grandes depósitos. Por consiguiente ese aumento en el costo de fondeo de los bancos será inevitablemente trasladado a las tasas activas y el crédito se volverá más caro y más escaso. Debemos comprender que la suba en la tasa de interés pasiva tiene algunas características que, por su naturaleza, la harán perdurar en el tiempo.

Dos ejemplos importantes, son por un lado las expectativas de devaluación del peso, y la evolución de la liquidez bancaria que seguirán una trayectoria con un descenso marcado del costo del dinero. En el caso de las expectativas de depreciación del peso, los futuros operados en el exterior reflejan una depreciación esperada del 25% anual, y no bajaran aún cuando se vea reducida la volatilidad financiera externa, o se estabilice el real brasileño, e inclusive con la suba de commodities como la soja. La percepción de los tenedores de pesos es que, producto de la inflación acumulada en los últimos años, el peso ha llegado a niveles de apreciación muy altos respecto de otras monedas. La pérdida de competitividad de la economía ha aumentado y la depreciación esperada es de al menos niveles similares a los de la inflación. La falta de competitividad cambiaria comienza a impactar sobre las tasas de interés y sumado a la inflación comienza a operar sobre la economía hogareña. Otra variable del aumento en las tasas se explica por la disminución de liquidez de los bancos. Los depósitos del sector privado han crecido muy poco a principios de este año, y habiéndose revertido la situación, de hecho probablemente el mes de noviembre sea el peor desde febrero de 2010 en que los depósitos en pesos muestren una brutal caída.

Este es el resultado de la aceleración de la dolarización y la salida de capitales que cobra cada vez más fuerza desde el II trimestre de este año. En octubre ha marcado un pico superior a los US$3000 millones. Con el crédito al sector privado creciendo al de 4% y los depósitos estancados, el diferencial en la tasa de crecimiento del crédito respecto de la de los depósitos impacta en la tasa de interés. Impacta con fuerza porque la liquidez de los bancos viene cayendo desde hace meses. La liquidez cayó desde el 43% de los depósitos en el primer semestre del año hasta 35% en octubre. ¿Es baja esta liquidez? Ciertamente es alta si consideramos estándares internacionales, pero el factor a considerar es que no vivimos en Suecia sino en la Argentina. La liquidez no se recompondrá por sí sola en el corto plazo, el crédito al sector privado en pesos se acerco al tamaño de los depósitos y mientras sobraba la liquidez, no había problema pero con depósitos que han disminuido y en medio del boom de crédito se han equiparado los tamaños. Ahora que los depósitos se van rápido, el crédito también lo hará. Entonces, al haberse equiparado el crédito a los depósitos, las tasas de crecimiento de ambos no podrían divergir a menos que los bancos reduzcan sistemáticamente su liquidez o fondeen los préstamos con otros pasivos distintos de los depósitos, hecho que no es ni será el caso en la Argentina.

Por ello, el primer impacto ha sido un alza en las tasas de interés activas. Y el siguiente fue el lento inicio de un proceso de restricciones de los créditos que los bancos otorgan a sus clientes mayoristas, los más fáciles de cortar. Poco a poco, las empresas ven mermado su acceso al financiamiento bancario, con el consiguiente impacto sobre su capital de trabajo y, en el corto plazo, sobre el nivel de actividad de la economía. Mucho se ha hablado de la aparente contradicción que existe por un lado entre una economía que ha crecido muy rápido y que colaboró a generar una altísima popularidad del Gobierno y por el otro la cuantiosa salida de capitales que enfrenta la Argentina desde 2008. El tipo de cambio real competitivo y su correlato de superávit de comercio y el exceso de liquidez de los bancos habilitaron en cierta medida la existencia de dicha contradicción. El final de la bonanza del tipo de cambio y de la liquidez bancaria hará más improbable la persistencia de dicha dicotomía en los tiempos por venir.

noviembre 11, 2011

Después del 10 de diciembre

Con el histórico 54% del electorado, profundizar el modelo es hoy más realizable que nunca. Pero que es exactamente el modelo de matriz diversificada y de acumulación con inclusión social tal cual lo definen, ni ellos lo saben. Es posible que muchas variables que caracterizaron al modelo durante los años de Néstor Kirchner no continuaron en los primeros cuatro de su esposa. Entre ellas pueden mencionarse, los superávits gemelos fiscal y de cuenta corriente del modelo original hoy se han deteriorado y de no ser por los aportes de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) y del Banco Central habría déficit primario. El tipo de cambio está rezagado y el proceso de acumulación de reservas se ha revertido. El kirchnerismo ha experimentado con dos modelos económicos, primero uno con superávit fiscal, baja inflación y tipo de cambio competitivo. Luego, con otro apoyado en políticas fiscales y monetarias muy expansivas y atraso cambiario. La Argentina creció con ambos, pero el segundo no es sustentable en el mediano plazo. Existe hoy un obstáculo que no permite asegurar cómo seguirá la economía a partir de diciembre, y es una característica que ha marcado las dos gestiones, es la inventiva a la hora de definir las herramientas de política económica.

Los ejemplos sobran, la cancelación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la intervención del Instituto de Estadística (Indec), la estatización de las AFJP y el uso de reservas para el pago de deuda son situaciones en las cuales el Gobierno dio nuevos significados al modelo. Habrá situaciones que el próximo Ministro de Economía deberá atender como prioritarias, fundamental será entonces el control sobre la salida de capitales que pasó de un ritmo de US$1000 millones mensuales en el primer trimestre del año a casi US$4600 este último mes. El Gobierno ya dio señales del camino que piensa adoptar y para ello incrementó los controles para la compra de dólares, obligó a mineras y petroleras a liquidar en el país las divisas que antes podían dejar en el exterior, y estableció que las aseguradoras debían repatriar toda inversión que tuvieran afuera. Muy probablemente inclusive, se intensifiquen los controles a las importaciones. Sin embargo más allá de los controles, si no se corrige temas como la inflación, la distorsión de precios relativos y el deterioro de las cuentas fiscales no se detendrá la fuga de dólares. Considerando esta falta de caja, es necesario conseguir dinero fresco entonces, así como en su momento se decidió por la nacionalización de las AFJP, muy probablemente sean las obras sociales y las aseguradoras de riesgo de trabajo (ART) quienes podrían estar bajo la lupa, para cubrir las necesidades fiscales. Aunque no son cajas tan atractivas como las AFJP, no sólo por monto, sino porque implican gestión activa del Estado. El Gobierno también podría recurrir a los bancos mediante la colocación de un bono que absorba el dinero que las entidades tienen como encaje en el Banco Central (BCRA), como alguna vez se evaluó en tiempos de Néstor Kirchner durante la gestión de Martín Redrado, sólo si se tratara de un bono por un porcentaje del encaje, como el 30% US$2000 millones, así podría pasar sin problemas. Otra cosa sería si su intención fuera emitir ese bono y tomar el 100% de los encajes. Ahí el riesgo de generar una corrida sería muy grande considerando que ese es dinero de los depositantes. Por ahora ha recurrido antes que a los bancos, al sector minero, ya que la minería es una de las actividades a las que se le incrementara la carga impositiva.

En cuanto a lo fiscal, las medidas son muchas, el gasto público deberá disminuir considerablemente y para ello es necesario sin demoras el cambio de su estructura, reduciendo en parte como se ha realizado los niveles de subsidios indebidos y reforzar los recursos tributarios, con mejoras en la administración haciendo retroceder la enorme evasión en Ganancias de personas y empresas. Los subsidios representan hoy el 3,5% del PBI y era una de las cargas que el Gobierno intentaría alivianar, por eso fue que se anuncio el recorte a las tarifas de gas, electricidad, transporte, etc. Habiendo recuperado la mayoría en el Congreso, es de esperar que el Gobierno aproveche para hacer reformas legislativas que habían quedado postergadas, como el proyecto de reforma de la ley de entidades financieras o la reforma de la Carta Orgánica del BCRA. Con la designación del nuevo ministro de Economía no son pocos los que esperan obtener definiciones del rumbo del modelo, lo cierto es que nadie sabe qué se va a hacer; en definitiva, el poder no lo tendrá ni el ministro de Economía ni el Banco Central, solo lo tiene Cristina.

noviembre 09, 2011

Otro capitulo del dólar

Una parte de esta historia ocurría antes, de las elecciones presidenciales. Pero como a la administración central sólo le ocupaban los temas referidos a las mínimas no había tiempo para ocuparse de otra cosa que no fuera estrictamente campaña electoral. Sin embargo la situación económica mundial, sumada a la incertidumbre de lo que sucedería posteriormente a la victoria de la primera mandataria consiguiendo su reelección ponía en aprietos, la inacción del gobierno. Entonces en otro intento por aplacar la presión sobre el dólar con medidas desesperadas el Gobierno disponía por decreto que las empresas petroleras y mineras se vieran obligadas a liquidar en la plaza local las operaciones de venta que hicieran en el exterior tal cual como hace el sector agroexportador. La medida fue publicada en el Boletín oficial y busco poner freno a la sangría de reservas que venía sufriendo el Banco Central para mantener el dólar planchado. Esta medida significaría un aporte a la plaza de unos US$ 4.000 millones más al año. De hecho, la autoridad monetaria en lo que iba del mes de octubre ya había perdido US$1.560 millones de sus reservas. Así las mineras y petroleras tendrían el mismo régimen que las empresas agroexportadores, principal fuente de liquidación de divisas del país.

La iniciativa se sumo a los controles que venían realizando entre la AFIP y la UIF junto a la Gendarmería que tenían como fin desalentar la compra del billete estadounidense. Así el Gobierno profundizaba su ofensiva antidolarización al intentar asegurar la oferta de divisas en el mercado local con medidas que buscaban obligar a liquidar dólares en el país a sectores o actividades que hasta ahora no estaban obligados a hacerlo. Otra medida tendiente a detener el vuelco masivo hacia la moneda norteamericana, fue la de avanzar por primera vez fijando requisitos a quienes quisieran comprar supuestamente más de US$ 250.000 al año. Desesperados por la situación y pasadas las elecciones en sólo 48 horas, se dieron a conocer un decreto, dos resoluciones administrativas y se adelantó una orden para liberar un cupo de exportación de trigo para tratar de atacar la salida de capitales récord que en los últimos tres meses le hizo perder al país unos US$ 10.000 millones de las reservas del central. De esa manera, los funcionarios que minimizaban públicamente el problema, procuraron enfrentarlo aunque con recetas de dudosa efectividad, dado que las elecciones quedaron atrás y los perjuicios que la fuga causa a la economía por el constante aumento en las tasas de interés y su impacto en la circulación monetaria empiezan a poner nerviosos a los empresarios y agentes económicos, que temen un lógico freno en la actividad. A la batería de medidas hizo su aporte el Banco Central (BCRA), que para tratar de asegurar un mínimo flujo de dólares al país dispuso que los inversores no residentes deberán registrar el ingreso de capitales en el mercado local de cambios cuando compren empresas locales, realicen aportes de capital o adquieran inmuebles, iniciativa que en la entidad describieron como una modificación sólo destinada a poner en pie de igualdad a las actividades productivas y la venta de activos de residentes locales a extranjeros.

Por otra parte, la entidad informó que profundizará los requisitos para quienes compran dólares o activos en el exterior por un valor superior a los US$250.000 en un año, que a partir de ahora no sólo deberán acreditar un patrimonio acorde con semejante movimiento de fondos, sino que además deberán justificar plenamente el origen de los fondos. Ambas resoluciones se conocieron apenas un día después de que el Gobierno dispusiera por decreto que también la Superintendencia de Seguros les exigiera a las aseguradoras repatriar en un plazo de 50 días las inversiones en moneda extranjera y disponibilidades que tienen en el exterior, en procura de asegurar un flujo estable de divisas al país hasta avanzado febrero o marzo, cuando el ingreso de los dólares de la próxima cosecha de soja vuelvan a generar la sensación de un excedente cambiario que ayude a calmar ansiedades. El Gobierno está empecinado en congelar el valor del dólar para tratar de convencer a quienes lo demandan de que están realizando un mal negocio, mientras avanza en el intento de reprimir la mayor cantidad posible de operaciones. Lamentablemente, la historia se repite.

noviembre 07, 2011

El club de parís

El Gobierno deberá ofrecer un pago inicial importante y un plazo que no supere los tres años si pretende acordar con el Club de París la cancelación de la deuda de US$ 8900 millones acumulada desde el default de 2001. El viceministro de Economía, Roberto Feletti, sostuvo que se ha consolidado un número de deuda con los acreedores del Club, reflejando las versiones surgidas desde esa cartera que intentan apurar un final feliz para esta demorada iniciativa. Feletti detalló que el número que fue consensuado es el 12% de las reservas argentinas o menos del 10% de las exportaciones. El hoy diputado porteño sostuvo que un número de ese nivel es muy cómodo para la Argentina. Sin embargo este tipo de comentarios los hemos escuchado durante los últimos cuatro años, eludiendo las responsabilidades de pago que el país posee con este organismo multilateral. El Gobierno ha afirmado públicamente, en reiteradas ocasiones, que estaba cerca de acordar con el Club, pero la firma nunca se concretó.

Aún no hay avances en el acuerdo y aunque la cifra adeudada ya había sido acordada hace unos seis meses con el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino. De hecho, el Gobierno detalló en el documento 18 K presentado ante la comisión de valores de EE.UU que, al 31 de diciembre pasado, estimaba que la deuda por el capital llegaba a US$ 6300 millones y el monto correspondiente a los intereses caídos a US$ 2600 millones. Este documento es un informe que el Gobierno debe presentar anualmente en Nueva York por la cotización de los títulos argentinos en esa plaza financiera. El último plan de pago que propuso la Argentina era de cinco años, y nunca se detallo cuánta plata ofrecería al principio del cronograma de pagos. También se dejó de lado la idea del ministro Amado Boudou de incluir un bono ligado al PBI como el que se incluyó en el canje de la deuda con los bonistas de 2005. El pago inicial es clave para reabrir las líneas de crédito para importación de bienes de capital y fomentar inversiones de mediano plazo. El convenio cobra más importancia en el contexto de la crisis global, la reducción de los superávit gemelos y el bloqueo del gobierno de EE.UU. a nuevos créditos a la Argentina por parte del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El gobierno de EE.UU. afirma no tener una postura cerrada ni de resentimiento hacia la Argentina por el incidente de principios de año, que incluyó gestos exagerados por parte del canciller Héctor Timerman, que seguramente condicionarán su continuidad en el Gabinete. Lo cierto es que hoy el tiempo de excusas, se acabó y la Argentina debe presentar una oferta formal por el Club, si así lo hace, en Washington tendrán una actitud abierta para conciliar con otros acreedores más reacios a acordar sin la participación del Fondo Monetario Internacional. De hecho, fueron los funcionarios del gobierno demócrata de Barack Obama quienes lograron que se explorara una vía de acuerdo sin el FMI en 2010, como alternativa a los tradicionales acuerdos de refinanciación de la deuda firmados por el Club con sus deudores. En cambio, la decisión del Congreso de EE.UU. de pedirle a su gobierno que no apoye créditos para la Argentina en los bancos multilaterales no cambiará hasta que no haya acuerdo en torno de las deudas con los bonistas privados y con las empresas que ganaron juicios en el tribunal del Banco Mundial (Ciadi).

La presión surgió del Grupo de Tareas Estadounidense para la Argentina, que representa a los bonistas en default y a las empresas Azurix y Blue Bridge, que le ganaron al Gobierno juicios en el Ciadi y quieren cobrar sus deudas en el exterior. Estos sectores lograron filtrar sus reclamos en medio de la dura disputa entre demócratas y republicanos en el Capitolio. Una de las condiciones exigidas por los legisladores al ejecutivo norteamericano para aprobar la recapitalización al BID y el BM fue, justamente, bloquear los créditos a la Argentina, ante la falta de señales concretas de nuestro país para saldar sus cuentas pendientes con el sector financiero, también los funcionarios del Departamento del Tesoro optaron por avalar esta decisión. Con mucho temor, en Washington se intenta recomponer la relación con la Argentina y se cree que después haber triunfado en las elecciones habrá más chances de lograrlo, sobre todo, si hay un cambio en el manejo de la política exterior y si el Gobierno acepta la mayor complejidad del escenario externo.

noviembre 04, 2011

Cristina por siempre, parte II

Lo peor que le puede pasar a la gente es ser pequeñitos, no, no seamos pequeñitos, seamos grandes, en la victoria siempre hay que ser más grande aún y más generoso y más comprensivo. Esta es una frase que desnuda la soberbia y el autoritarismo de una manera de gobernar, este es el estilo Kirchner. Un estilo, con la impronta dictatorial de aquel convencido, y consiente del poder que ostenta. Un poder absoluto logrado en las urnas, sólo producto de un plan perfectamente llevado a cabo. Un plan que durante ocho años compró las voluntades suficientes utilizando dinero público, para perpetrarse en el poder durante al menos otros cuatro años. Cristina de Kirchner, es la primera mujer en la historia que logra la reelección en el país. Esta es la Argentina con la que yo sueño, donde tengamos continuidad, que no significa de personas y de partidos sino de proyecto político de Nación y de país. La mandataria se pronunció así tras convocar a todos los argentinos a la unidad nacional y de pedir la colaboración de los partidos opositores para que haya continuidad, al tiempo que recordó que el paso por la Casa Rosada es algo temporal, aunque parece haber olvidado que ya hacen ocho años que está ahí. La Presidente destacó que en su carrera política, esta era una instancia con la que nunca había soñado y resaltó que es una mujer de 58 años que no quiere "más nada", sino sólo seguir profundizando un proyecto de país.

No me mueve ningún interés, continuo, solamente el profundo amor que siento por la patria, enfatizó la jefa de Estado. En su primer discurso como presidenta reelecta, la mandataria se mostró emocionada, y recordó por su puesto la figura del ex presidente Néstor Kirchner ante centenares de jóvenes que la aguardaban desde temprano. La mandataria se mostró sonriente y les pidió a todos que se organicen profundamente en todo el territorio de la República Argentina, en los frentes sociales, en los frentes estudiantiles, para reconstruir el entramado político a lo largo y a lo ancho del país para defender a la patria, a los intereses de los más vulnerables y que nadie pueda arrebatarles lo que su gobierno ha conseguido, enfatizó. En sus palabras Cristina sostuvo que el país necesita unidos a los argentinos, aunque admitió que no sin debates. Según entiende y explico, eso significa reconocer que cuando una sociedad se expresa en elecciones libres y democráticas eligiendo candidatos las personas que han logrado ese mandato deben ser apoyadas y tener la colaboración del resto de la sociedad, del resto de las fuerzas políticas y económicas. Cristina Kirchner señaló que en contra de esa idea sólo hay poderosas minorías que en otras oportunidades de la historia han hecho fracasar proyectos. Cristina, consideró que Néstor Kirchner era en su momento una voz solitaria, condenada y criticada pero que sin él, sin las cosas a las que él se atrevió le hubiera sido imposible esta reelección. Por otra parte, la Presidenta aseguró que sola no puede y que necesita la comprensión y la colaboración de todos los argentinos, así terminó el acto rodeada por el vicepresidente electo, Amado Boudou, sus hijos, Máximo y Florencia, la mujer de su hijo, y pareja del ministro de Economía. Asimismo, ante centenares de seguidores, la jefa de Estado relató que había recibido llamados de felicitaciones del líder del PRO, Mauricio Macri, del gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, de los presidentes Dilma Rousseff (Brasil), José Mujica (Uruguay), Sebastián Piñera (Chile), Hugo Chávez (Venezuela) y Juan Manuel Santos (Colombia).

El interés por el proceso electoral argentino se vio curiosamente reflejado en la acreditación de 64 medios internacionales entre ellos de China, Japón, países árabes y Angola, invitados especiales llegaron desde temprano y se pudo ver en los dos subsuelos del Hotel Intercontinental al secretario de Cultura, Jorge Coscia, a la titular de Madres de Plaza de Mayo Hebe de Bonafini, la titular de Abuelas Estela de Carloto, Juan Cabandié y Mariano Recalde entre los primeros en arribar al lugar. También se vio a Facundo Moyano, Julio Piumatto, Diana Conti, entre otros. A diferencia de lo ocurrido en la elecciones primarias en el salón Monserrat, en esta oportunidad se contó con un lugar con alrededor de 100 sillas para los miembros de Gabinete Nacional. A continuación y detrás de unas vallas se ubicaron los invitados VIP que se agruparon en el Salón lateral al escenario. Después del lugar destinado a los invitados especiales, y detrás de otro vallado se ubicó la prensa. También esta vez se previó el ingreso de un importante número de funcionarios y miembros del Gobierno que se encontraron ubicados en el primer subsuelo para el que se destinaron los salones de ese piso con plasmas de 42 pulgadas. Y todo esto gracias al dinero de los contribuyentes.

noviembre 02, 2011

Cristina por siempre

Por supuesto y como era previsible luego de los resultados obtenidos en las elecciones primarias, Cristina de Fernández de Kirchner logró el pasado 23 de octubre su reelección presidencial con un contundente 53,96% de los votos. La candidata del Frente para la Victoria mejoró la propia performance que obtuvo en las primarias del 14 de agosto, donde cosechó 50,7% de los votos, y con esta cifra el kirchnerismo completara 12 años de permanencia en el poder. Este resultado le permite recuperar poder en ambas Cámaras del Congreso y trazar un mapa en las provincias casi sin opositores. Las diferencias obtenidas frente a los otros candidatos son notables, con el 98,25% de las mesas escrutadas, la Presidente se impuso con 53,96% y segundo queda lejos Hermes Binner con 16,87%, una de las mayores distancias entre un ganador y su escolta en la historia electoral de las presidenciales argentinas. Tercero se ubica Ricardo Alfonsín con 11,15%, lo siguen Alberto Rodríguez Saá 7,98%, Eduardo Duhalde 5,89%, Carlos Altamira 2,31% y cierra Elisa Carrió, quien hizo su peor elección con el 1,84%. Desde el Gobierno confirmaron que votó más del 70% del padrón electoral, y aseguran que la elección de Cristina de Kirchner ha sido histórica ya que logra el mayor caudal de votos desde la vuelta a la democracia.

Además, consigue una de las mayores diferencias entre un ganador y su escolta en la historia electoral de las presidenciales argentinas. El récord lo tiene Juan Domingo Perón, tras derrotar en 1973 al radical Ricardo Balbín por un 61,85% con 7.359.252 de votos a 24,42% con 2.905.719 de votos. Esa diferencia fue de 37,43%. Lógicamente no faltaron aquellas voces que aseguran la victoria como una muestra de apoyo popular sin precedentes desde el regreso de la democracia, aunque esté bien claro que la victoria de la Presidenta no tiene nada que ver con una muestra sin precedentes de apoyo popular. Esta reelección puede entenderse solamente con un par de conceptos básicos, por un lado una oposición que jamás logró articular un discurso unificado, por otro lado la triste realidad de que en la Argentina todavía se vota sin conciencia cívica y con el bolsillo; y por último que aun cuando el artífice de esta reelección ya no está, sin duda no sólo le costó la vida sino que aparte durante los últimos ocho años en el poder trabajo y con una caja ilimitada Néstor finalmente logró su cometido. Demostró una vez más que con la compra de voluntades, mediante planes sociales, asignaciones familiares, o como quiera llamárselos cualquiera puede ganar una elección presidencial en Argentina. Poco después de las 22:00 hs., la mandataria se dirigió a la Plaza de Mayo a saludar a los militantes allí congregados. Yo no quiero más nada, decía visiblemente sensibilizada, y aseguro que seguía en el poder por lealtad a su esposo Néstor Kirchner y al país. En un discurso conciliador, frenó a los militantes que silbaron a Mauricio Macri cuando ella lo nombró y luego hizo un nuevo llamado a la unidad nacional. Por supuesto que este discurso, no debería engañar a nadie considerando que si hasta ahora nunca le interesó conciliar con nadie, menos lo hará ahora con la concentración de poder que ha logrado luego de esta reelección. Uno de los pocos que festejaron ese domingo fue el candidato del Frente Amplio Progresista, el socialista Hermes Binner, que con el 17% se quedo en segundo lugar, muy lejos de la jefa de Estado.

Después de haber terminado cuarto en agosto, el gobernador de Santa Fe repuntó en la intención de voto y, a pesar de la derrota, se perfila ahora como cabeza de un armado de centroizquierda nacional con buena presencia en el Congreso. Con la reelección descontada, la pulseada se trasladó al Congreso, aunque el kirchnerismo consiguió esa noche los votos necesarios en todo el país para quedarse con el quórum propio, a partir del apoyo de aliados, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. De esta forma, a pesar del énfasis de la oposición en la campaña para equilibrar fuerzas en el Parlamento, Cristina de Kirchner podrá iniciar una nuevo periodo el 10 de diciembre con el acompañamiento legislativo de una mayoría que había perdido tras el traspié en las legislativas de 2009, que siguieron al duro conflicto con el campo. Pero, además, las últimas nueve provincias que eligieron ese domingo sus autoridades junto a las elecciones nacionales ratificaron la homogeneidad casi absoluta del FPV en todo el país, y solamente San Luis volvió a quedar en manos del peronismo disidente, mientras que en Buenos Aires, Entre Ríos, Mendoza, Santa Cruz, Formosa, San Juan, La Pampa y Jujuy el kirchnerismo ratifico su liderazgo.